16.3.11

Japón



Tsugumi shishite
hane hiroguru ni
makasetari


Al morir, el tsugumi
dejó a sus alas
abrirse por última vez



...Un haiku de Seishi, como jaculatoria.
"Ese pájaro está muerto, y sin embargo hace un movimiento. El poeta no lo esperaba y eso quiebra su pequeño mundo de certezas (vivo = móvil, muerto = inerte…). Seishi sabe que un movimiento es objeto de una voluntad. Pero ya sólo hay un cadáver ante él. Los muertos no tienen voluntad; la voluntad tuvo, por tanto, que ser previa a la muerte. En este punto concreto reside el acierto del haiku: en la elección del verbo principal. Makaseru es, en su sentido más primario, “confiar a alguien algo”. La frase hane hiroguru ni makasetari significaría literalmente “confió a sus alas el encargo de abrirse”. Tras la muerte del pájaro, todo el peso de la responsabilidad recae en las alas. Las alas deben abrirse por última vez. Ya sin cielo, sin vuelo. Por cumplir su instinto hasta el final, por apurar la condición de pájaro."
*Comentado por Vicente Haya, mi maestro

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muere el buen haiku
legandonos su estela
de murmullantes

8:58 a.m.  

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