10.2.06

Koselleck

Llegué a Reinhart Koselleck a través de Gadamer, en aquel libro colorado de Paidós que ofrecía una pelea limpia entre titanes: "Historia y hermenéutica". Me pareció entonces que ganaba la hermenéutica (es decir, Gadamer) y que las condiciones trascendentales de las posibles historias -esas determinaciones prelingüísticas y extralingüísticas que Koselleck defiende- no eran tan trascendentales... una lapidaria reflexión gadameriana cerraba el debate:
Lo que caracteriza a todas nuestras historias y las convierte en tales es el hecho de que las contamos (...)
Gadamer apostaba por la narratividad, la ontología universal del lenguaje, el ámbito de la interpretación, como el baño de un gato que no deja pelaje seco, seguro de que un gato que no se baña no es gato.
R. Koselleck falleció hace una semana, Gadamer se le adelantó por cuatro años. Las mitologías personales dejan imaginar a los dos pugiles charlando en alemán coloquial en una cantina. De todas formas hay ciertos obituarios que da rabia leer.