3.7.06

Isla


Deseo como nunca que terminen las estériles navegaciones y detenerme en la isla Rimbaud. Me siento vacía, los examinadores me abren las carnes buscando no sé qué, escrutando al ave para conocer la suerte de un ignoto César. Debo prepararme para la última autopsia... ¿No tengo suficiente con el diario disparo de la pregunta "es hoy útil la filosofía"? Hay respuestas inteligentes y legitimadoras, pero siempre las olvido. Qué carajos.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Y todavía, algunos organismos internacionales, proponen una evaluación y acumulación de papeles de por vida... hay un momento en que uno no aguanta ni la más mínima evaluación doméstica... llenarse de cosas y vaciarlas en un examen hasta quedar con cara de interrogación, sin saber siquiera que ha sucedido y... volver a empezar, a plantearse otra vez las mismas preguntas, las mismas cuyas antiguas respuestas hemos olvidado...

5:43 a.m.  
Blogger Levnikom said...

Quizá haya que preguntarse si la filosofía tiene que ser útil... en una sociedad crucificada en el yunque del pragmatismo, la pregunta que haces es lícita pero... las respuestas son, desgraciadamente, desoladoras desde el punto de vista material. Hay jirones de esperanza aquí y allá, pero no dejan de ser arañazos impresos en una tela (aún) demasiado resistente.
Hoy no se piensa por el placer de pensar; se piensa para conseguir algo, la meta es la motivación que impulsa las preguntas: ahi, a mi gusto, es donde la filosofía deja de ser ella misma para convertirse en un reflejo útil de sí. Se pierde el placer del camino del pensamiento y la especulación.
Como digo antes, a mí la pregunta que nunca se me olvida es: ¿Tiene que ser útil la filosofía? Por mucho que piense, nunca consigo responderla completamente y (aunque parezca una estupidez) disfruto aún sin encontrar respuesta.

8:03 p.m.  

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