2.3.06

Gaumata

El primer gran impostor que conocí fue Pessoa, con sus múltiples máscaras.
Luego vinieron impostores ficticios: "El otro" de Borges, donde narra el encuentro entre el viejo Borges de Cambridge y el joven Borges de Ginebra, sentados en un mismo banco.
Dostoievski en "El doble" explora también el desdoblamiento imaginario del funcionario Goliadkin, mucho más traumático que el borgiano.
Y Unamuno, quien recupera la imagen de Caín en "El otro", con dos hermanos gemelos, uno de los cuales asesina y suplanta al otro.
Akira Kurosawa me regaló el cuarto impostor ficticio, hombre de movimientos teatrales nô: Kagemusha, la sombra del guerrero (1980); literalmente el kagemusha japonés es un imitador del señor de la guerra, un pobre ladrón sin nombre que sustituye, gracias a su parecido físico, a la cabeza visible del clan Takeda. El doble es obligado a tomar la personalidad del líder Shingen Takeda para así engañar a los enemigos del clan y al mismo tiempo mantener a éste unido. El espejismo funciona mal, el ladrón termina sin máscara, fusionado hasta el absurdo con su original ya no es él ni el otro, es nadie.

Pero un último impostor -esta vez real, como Pessoa- me fue presentado hace unos días, en una conferencia sobre las lenguas iranias: Gaumata. El académico Joaquín Rodríguez Vargas (profesor de persa, intérprete de la Agencia Oficial de Noticias Iraní –IRNA-, traductor –de la novela “Sovashoon” de la escritora contemporánea Daneshvar y de “Un año entre los persas” de Granville Browne, entre otros) nos hablaba sobre la Inscripción de Darío en Bisotún, ese enorme texto escrito sobre la roca a 90 metros de altura.

La Inscripción, ubicada en la aldea iraní de Kermanshah (ruta hacia Babilonia), narra la conspiración de Gaumata el mago para usurpar el trono aqueménida. Los datos –que coinciden con la narración de Heródoto- son como siguen:

Darío, el gran rey, el rey de reyes, el aqueménida, señor de veintitantas regiones (Persia, Elam, Babilonia, Asiria, Arabia, Egipto, Sardes, Jonia, Media, Urartu, Capadocia, Partia, Drangiana, Aria, Jorasmia, Bactriana, Sogdiana, Gandhara, Escitia, Sattagidia, Aracosia, Maka…) recupera el trono familiar de las manos del impostor Gaumata.

La historia es más sencilla de lo que parece. Imaginen un rey: Ciro. Imaginen dos hijos de rey: Cambises –el mayor- y Bardiya –el menor-. Imaginen el asesinato: Cambises ordena matar secretamente a su hermano temiendo que intentara una rebelión durante su larga ausencia (estaba ocupado conquistando Egipto). Imaginen ahora la suplantación: un mago medo, de la casta sacerdotal, finge ser el príncipe Bardiya cuya muerte había sido ocultada al pueblo. Imaginen la consecución: el mago, llamado Gaumata, toma posesión del trono desocupado y se hace llamar por todos “Bardiya, hijo de Ciro, hermano menor de Cambises”.

Gaumata usurpador, Gaumata impostor, Gaumata con máscara de Bardiya gobernando Persia durante la ausencia de Cambises. Cuando Cambises regresa a su reino el pueblo lo desconoce, presa de desesperación o de epilepsia, se suicida (aunque la versión egipcia es más hermosa, en ella Cambises muere tras herirse con el mismo puñal con el que atacó al mitológico buey Apis).

Imaginen el desenlace: Darío, yerno de Ciro, mata al mago Gaumata, el falso Bardiya, y derrota a la casta sacerdotal. Luego, claro está, todo este linaje aqueménida llega a su fin con el zarpazo de Alejandro Magno, pero esta es ya otra historia.

La diferencia entre el kagemusha de Kurosawa es que éste deja de ser ladrón al suplantar a Takeda, el Gaumata de las crónicas iraníes empieza a serlo al suplantar a Bardiya. ¿Por qué resignarse a ser uno, pudiendo ser rey? O, en dilema de Pessoa ¿por qué resignarse a ser sólo uno, pudiendo ser tantos?, las máscaras del lisboeta también conquistaron poder, Campos, Reis, Caeiro, Soares, todos fingidores sin usurpar identidad, pero sí trono de rey, rey poeta (y Nezahualcóyotl de Texcoco, Al Mutamid de Sevilla, Al Mutasim de Almería, destronados).
He aquí el problema universal de “el doble”.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

10:12 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Una pregunta: ¿es Gaumata o Gautama?

7:13 p.m.  
Blogger Rodia said...

El nombre, registrado en la Inscripción de Bisotún, es Gaumata. En elemita tardío la grafía del nombre propio (Gaumata el mago), trasladada a nuestro alfabeto sería ésta:
Kammadda akka makuiš
Hay que recordar, sin embargo, que la Inscripción está escrita en tres idiomas: persa antiguo, acadio (babilonio) y elamita.
De cualquier manera Gaumata gobernó bajo el nombre persa de Bardiya, aunque se impuso el nombre griego: Esmerdis.

3:51 p.m.  
Blogger Rodia said...

El Gautama que se coló en tu lectura es Siddhartha, el Buda. Cuestión de sílabas y su orden.

8:35 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

"Cultura, es el aprovechamiento social del conocimiento" (GGM)

Gracias (B) por el comentario en el blog.

Recien estoy leyendo todo lo que has escrito.

3:38 a.m.  

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