San Agustín

En días como hoy sueño con rincones hospitalarios, como estas piedras, rincones conquistados a golpe de caricias.

De humos

Los Gitanes de Jean Genet -El condenado a muerte-:
No hemos acabado aún de hablarnos de amor.
No hemos acabado aún de fumar nuestros gitanes.

Los iniciáticos, los Alas de los días de estudiante, sus 12 miligramos de alquitrán me acompañaban al seminario de Aristóteles.

Olympic marroquíes, negro y con filtro. Un exotismo para los que viajamos poco.

Los Camel de siempre, cuando puedo pagarlos. Prefiero los fabricados en México, tienen el dibujo de un camello en la boquilla. 

Invierno

Me he preparado para el acecho, en casa nadie me pedirá que apague el cigarrillo mientras escribo, por vez primera, un blog.
Si el amable y fortuito lector se pregunta por qué escribo, cuál es la impúdica razón que me mueve a contribuir con mi verbo los infinitos verbos que la Red conjuga, habré de responder que escribo aquí por apetencia de diálogo, cierta disciplina, curiosidad, soledad y tímido exhibicionismo. Desde el momento en que dejo que otros me lean, me desnudo gramaticalmente, pero no por ello dejo de sentir vergüenza.
Vale.